La doncella de Moquegua
Ella cuelga sus paños, uno por uno
Pinzas de la ropa apretadas en líneas de tela de metal,
La Doncella Moquegua de Huancayo
(Bajo los rayos del sol de invierno
(entre cuatro casas y un patio).
Es media tarde, está tranquila, dice “Hola”
Ojos rectos en lo que tiene que hacer,
Ternura en su humor…
Mi intuición… como ella,
¡Hay sólo unos pocos…!
Nota: Las buenas sirvientas son difíciles de encontrar, incluso en el Perú, y cuando encuentras una, es mejor mantenerla, no sea que encuentres tu garaje alquilado por tu sirvienta a un residente de la calle, o tu factura de agua diez veces más grande porque ella está lavando la ropa del vecindario (a tus expensas) porque quiere un negocio en el lado, o tal vez ella va a vender tus libros, cuando estás fuera de la pesca. Algunos incluso han vendido las casas de sus empleadores cuando se han ido por largos periodos de tiempo. Todas estas cosas me han sucedido (excepto la última, que estuvo a punto de ocurrir), así que, como es de esperar, encontrar una buena criada es un acto de Dios. No: 1872 6-9-2007. Dedicado a Doris de Huancayo.
Versión en español
La Empleada de Moquegua
Ella tiende su ropa, uno por uno
Pinzas apretadas en cordeles de metal,
La empleada de la calle Moquegua de Huancayo
(bajo los rayos del sol de invierno
entre cuatro casas y un patio).
Es mediodía, ella está callada, dice “Hola”
Ojos directos sobre lo que debe hacer;
Hay ternura en sus maneras–
Mi intuición es que–como ella,
¡¡sólo hay pocas …!
Nota: Buenas empleada son difíciles de encontrar, aún en Perú, y cuando encuentras una, es mejor conservarla, por temor a que encuentres tu garaje arrendado por tu empleada a un residente de la cuadra, o tu recibo de agua diez veces más de la cantidad apropiada ya que ella está lavando la ropa de la vecindad (a tus expensas) porque ella quiere un negocio al lado, o quizá s ella venderá tus libros, cuando esté fuera de pesca. Algunas incluso han vendido las casas de sus patrones cuando ellos se han ido por períodos largos. Todas estas cosas me han pasado (excepto la última, que casi pasó), por eso como puedes ver, encontrar una buena empleada es un acto de Dios. En el Valle del Mantaro, la mayoría de la gente todavía lavan y secan sus ropas a la manera antigua, ellos lo hacen a mano y lo cuelgan en cualquier parte donde puedan: algunos lavan la ropa en el rígimen, y lo cuelgan sobre arbustos permitiendo que estos se sequen.
# 1872 9-Junio-2007 (Dedicado a Doris).
Amor y Mariposas
[For Elsie T. Siluk my mother]
Ella luchó una buena batalla
La última de muchas…
Hasta que no quedó nada
Donde antes había abundancia.
Y así, con aplomo y dignidad
Dijo, ‘adiós’, a su manera
Y dejó atrás
Un gran momento
Espacio para otro
Amor y mariposas…
Esa era mi madre.
-Por Dennis L. Siluk &copia; 7/03
Source by Dennis Siluk Dr.h.c.